domingo, 30 de enero de 2011

La Condesa Sangrienta...


Hola mis queridos seguidores me excuso por no haber actualizado mis entradas, pero he estado muy apurada por el inicio de mi 4 semestre, pero no se preocupen, ya todo esta como antes, y me he hecho un tiempo para poder subir esta entrada.
En esta entrada hablaremo de un caso de vampirismo muy conocido, el cual nos será util en entrada posteriores:

“El carruaje negro

Se ha llevado otra doncella

Para nunca más volver…”

Gabrielle Erzsebeth Bathory mejor conocida como la Condesa Sangrienta es una de las figuras más tenebrosa y enigmática, y uno de los casos de vampirismo más famoso.
Nace en Transilvania en 1560 dentro de una de las familias más poderosas y ricas del país. Se dice que a los 4 o 5 años de edad la pequeña Elizabeth sufrió de violentos temblores y convulsiones. A los trece queda embarazada de un sirviente. El muchacho fue castrado y lanzado a los perros, y Elizabeth fue enviada a un remoto castillo familiar para que pariera. Se hizo desaparecer al bebé.
A diferencia de la mayoría de la gente de su tiempo, Elizabeth poseía una inteligencia notable; hablaba perfectamente el húngaro, el latín y el alemán. Su cultura era extensa y sus modales impecables. Se piensa que ya en esa época el marido y la familia de Elizabeth conocían sus inclinaciones sádicas, pero estas actitudes no eran extrañas en la aristocracia, por lo que nadie consideró el asunto como relevante.

También se dice que a los escasos 15 años se casó con el Conde Ferenc Nádasy el cual era un hombre vago, gordo y borracho que le llevaba más de 20 años.
“El suyo fue un matrimonio de conveniencia, para garantizar alianzas militares y tierras; el romance no formaba parte de ello, para el conde, Erzsebeth no era más que una yegua cuya resistencia tenía que quebrar. La carne de la joven no era para el nada más que papel para rasgar y desagarrar”. Dacre Stoker, 2009

Diez años pasaron hasta que Elizabeth tuvo a su primera hija, Ana; luego vinieron Úrsula y Katherina, y finalmente su único hijo varón, Pàl. El 4 de enero de 1604 muere su marido, dejándola viuda a los 44 años. Cómo primera medida la condesa despide a su odiada suegra del castillo, y encierra en los sótanos a las protegidas de la anciana.

Cierto día, una de sus criadas le tiró de los cabellos accidentalmente mientras la peinaba. Elizabeth la abofeteó y su anillo le arranco un pedazo de piel por lo que se salpicó la mano con la sangre de la muchacha. De inmediato, Elizabeth sintió que su piel en esa zona obtenía la frescura de su joven criada. Allí despertó el monstruo. Inmediatamente llamó a Johannes y a Thorko; desnudaron a la muchacha, le cortaron la garganta pronunciando diabólicas letanías y la desangraron en una tina. Ese día Elizabeth se dio su primer baño en sangre humana.

En aquella época, la condesa tomó la costumbre de quemar los genitales de las sirvientas con velas, carbones y hierros al rojo por pura y demencial diversión. También generalizó su práctica de beber sangre directamente mediante mordiscos en las mejillas, los hombros y los senos. Azotaba a las desafortunadas y no en la espalda, como era la costumbre, sino en los pechos; de esta manera podía ver los rostros aterrorizados y presos del dolor. En su obsesión creía que la sangre la mantendría siempre bella.

Según el testimonio de un testigo que acompañó al conde Thurzó al castillo de Madame Bathory, lo primero que vieron fue una joven en el cepo del patio, en un estado que lindaba con la muerte debido a los golpes que le habían fracturado los huesos de la cadera. En el interior del castillo encontraron a una muchacha desangrada en el salón; y otra que agonizaba con su cuerpo agujereado. En las mazmorras descubrieron a una docena de jóvenes más, algunas de las cuales habían sido cortadas y perforadas.

 
Se exhumaron cincuenta cuerpos. Todo el castillo estaba cubierto de manchas de sangre seca; cada corredor, cada salón, despedía el fétido hedor de la muerte y la putrefacción. Por el diario de Elizabeth, quien con metódica crueldad anotaba cada una de sus diversiones, sabemos que el número de sus víctimas fueron de 600 a 700 jovenés.
Las torturas eran acompañadas de violentas orgías, los gritos de dolor se mezclaban con el paroxismo erótico de la condesa y sus agentes. Bebían la sangre mientras todavía manaba tibia de las heridas de las jóvenes.
En 1609, por falta de criadas en la zona a causa de semejante masacre, Elizabeth cometió el error que eventualmente acabaría con ella: comenzó a tomar niñas de buena familia con el pretexto de educarlas. La última víctima conocida fue una niña de 12 años llamada Pola, y su asesinato fue particularmente cruel, incluso hablando de la Condesa Sangrienta. Se desvistió a la joven y la encerraron en una especie de jaula.

Esta particular jaula estaba construida en forma de esfera, demasiada estrecha para sentarse y muy baja para estar de pie. En el interior estaba cubierta de hojas de un pulgar de largo; y sobre esta macabra celda Elizabeth y sus secuaces realizaron una interminable orgía, sacudiendo la jaula y provocando la tortuosa muerte de la muchacha debido a los profundos cortes.



En 1612 se inició el proceso, Elizabeth se amparó en sus derechos nobiliarios. Quienes sí comparecieron ante la ley, por la fuerza, fueron los siniestros colaboradores. El juicio se centró en las muertes de las jóvenes aristocráticas. Las jóvenes pobres carecían de importancia.

Salvo las brujas, todos los compañeros deElizabeth fueron torturados y quemados en la hoguera. Katarina Beneczky, que con catorce años era la más joven de las ayudantes de la condesa, salvó su vida a expreso pedido de una de las sobrevivientes. A las hechiceras extrañamente sólo se les arrancó las uñas, por haberlas empapado en sangre cristiana.


Como el clero estaba por encima de la ley la Condesa Sangrienta fue condenada a estar encerrada en una habitación de su castillo hasta que diera su ultimo aliento.
El 31 de julio de 1614, Elizabeth Bathory dejó su testamento. El 21 de agosto de ese año uno de los carceleros la vio tirada boca abajo en su celda, se derribó la pared y se comprobó que estaba muerta. Así dejaba este mundo, a los 54 años de edad, la condesa sangrienta.

Elizabeth Bathory cometió toda clase de excesos en una absurda batalla en contra del tiempo. Su lucha tenaz y macabra por conservar la fugaz belleza física acabó con centenares de vidas.


2 comentarios:

  1. Lejos es el mejor informe sobre La Condesa que he leido...pero...Te dire...Por su gusto por la sangre se la considera..."Caso de vampirismo"...Pa ra mi...Es solo una psicopata...Una asesina...Los vampiros Disfrutamos de la sangre porque es nuestro alimento...Somos salvajes al alimentarnos...Pero no gozamos del dolor de la victima...Podria decirse y te lo afirmo que nuestra victima goza con nosotros hasta su ultimo alito de vida...por eso no puedo avalar a esta señora...Que gustaba de torturar a sus victimas...Y por supuesto todos sabemos que vampiro no era...Solo era una señora muy sangrienta y sadica...Tu informe coo te lo dije...Maravillosoooooooooooo!!!!!!!!!!!...Te saluda Maharet...Desde las mas profundas tinieblas...

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  2. hola preciosa n.n
    muy buena tu entrada...
    vaya habia leido de la condesa pero este es un muy buen escrito de ella... mas detallado que muchos que habia leido...
    aunque, no se me dio repulsion...
    si que era un ser despiadado que gozaba al matar... aunque bueno el caso de vampirismo de Vlad era muy parecido...
    pero este fue mas asquerosito... iuuug

    pero bueno
    me retiro de tu morada, que de buena gana me quedaba aqui pero hay asuntos que atender tambien en el mundo de Jachagaco... ya que está sufriendo un colapso pues nadie pasa a saludar por alla...
    ña ña... me voy, cuidate, y como siempre te digo, recuerda que te adoro nee-chan.
    te mando algunos besitos (-chu) o mordiditas jsjs (ña ña ^^)
    Sayounara!!

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